Depresión en el gato; ¿Cómo reconocerlo y qué hacer?

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¿Es posible que un gato sufra de depresión? Aquí le mostramos cómo reconocerlo y cómo puede actuar para derrotarlo

Los gatos son muy diferentes entre sí y no solo en edad, género y raza: también tienen un carácter completamente independiente de estos y muchos otros factores.

Algunos son más animados, otros más reservados y otros aun extremadamente curiosos. Pero, ¿cómo sabes si tu gato sufre de depresión?

Cómo saber si mi gato tiene depresión

gato deprimido

Es apropiado comenzar con una aclaración: algunos gatos pueden exhibir comportamientos asociados con la depresión clínica, pero numerosos estudios coinciden en que no experimentan las mismas etapas emocionales que una persona deprimida.

En términos más generales, dicen los expertos, la depresión en los humanos es muy compleja: puede ser situacional (es decir, causada por una situación particularmente estresante) o médica (causando un desequilibrio químico en el cerebro). El diagnóstico también se basa en los síntomas informados por el propio paciente a su médico o psicólogo si no me crees pregunta a cualquier entusiasta de la psicología.

Estos criterios, inevitablemente, no pueden aplicarse a la relación entre un gato y un veterinario. Como no podemos preguntarle expresamente a nuestro amigo de cuatro patas cómo se siente y qué puede haber causado su posible trastorno, debemos confiar en las pistas que nos deja a través de su comportamiento durante el día, y tratar de entender si hay algo que no sea No hace falta.

Las señales más importantes desde este punto de vista consisten en:

  • Pérdida de apetito
  • Tendencia a evitar personas y otros animales;
  • Comportamiento anormal (agresión particular, menos actividad física);
  • Cambios en el uso de ropa de cama;
  • Problemas para conciliar el sueño o para dormir mucho.

Desafortunadamente, estos son síntomas que pueden referirse a una amplia variedad de enfermedades en los gatos, por lo que para establecer su causa con certeza, es necesario confiar en un veterinario que pueda excluirlos. Algunos trastornos como la insuficiencia renal o los tumores gastrointestinales pueden causar náuseas y pérdida de apetito, que son idénticos a los causados ​​por cualquier depresión. Las infecciones y los trastornos inflamatorios pueden actuar sobre el sistema nervioso al alterar el comportamiento del gato.

Según algunos estudiosos, es muy difícil establecer cuándo un gato experimenta dolor físico, especialmente si es bastante mayor. Pero es precisamente lo que a menudo es responsable de lo que llamamos depresión en los gatos.

Muchos dueños de gatos ancianos o con enfermedades terminales tienden a pensar que su amigo peludo sufre de depresión, revisando su tristeza por su destino en el comportamiento del animal.

En cambio, los veterinarios lo alientan a centrarse en las causas médicas de ciertos comportamientos. Lo que nos parece depresión o tristeza podría ser "simplemente" una manifestación de dolor.

gato mas triste de instagram

En cualquier caso, es posible tratar algunos de estos síntomas con tratamientos paliativos, con el fin de garantizar el mayor bienestar que se puede lograr independientemente de la presencia de problemas de salud más o menos graves.

Una serie de análisis clínicos en profundidad (análisis de sangre, rayos X, ultrasonidos, resonancias magnéticas, etc.) comenzará un proceso de eliminación para rastrear las causas más probables del problema. Si cada prueba resulta negativa, será apropiado investigar los factores externos que pueden haberlo perturbado.

Los gatos son animales independientes y muy resistentes, pero pueden sufrir ansiedad si experimentan cambios repentinos en su rutina diaria, si se sienten amenazados por algo o alguien y si la familia compra o pierde a uno de sus miembros.

La ansiedad es uno de los problemas más reconocibles por un veterinario; Una situación de estrés crónico puede tener un impacto significativo en la salud mental y física del gato. Puede provocar la pérdida de cabello auto infligida (el gato se muerde el pelo o se rasca con las uñas), la agresión o los cambios antes mencionados en el uso de la caja de arena.

Si se encuentran factores de estrés, deben eliminarse lo antes posible, después de lo cual la condición del animal mejorará, a veces hasta la recuperación completa. Los expertos en comportamiento animal podrán aconsejarle sobre cómo intervenir en su hogar para garantizarle a su gato un ambiente siempre acogedor y cómodo.

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